¡No lo tires! El olor fuerte del brócoli y la coliflor es señal de que estás cuidando tu salud, según la nutricionista Paloma Quintana
En la cocina, los olores son inevitables. La mezcla de ingredientes, las preparaciones en curso... todo contribuye a crear aromas únicos y, a menudo, deliciosos. Pero, ¿qué pasa con ese olor fuerte y peculiar que dejan el brócoli y la coliflor después de cocinarlos? ¿Deberíamos preocuparnos o, mejor aún, celebrarlo?
La nutricionista Paloma Quintana nos revela la sorprendente verdad: ese olor, lejos de ser un inconveniente, es un indicador clave de los beneficios para la salud que nos ofrecen estos vegetales crucíferos. En una entrevista reciente, Quintana explica por qué no debemos deshacernos de este aroma característico, sino verlo como una señal de que estamos nutriendo nuestro cuerpo con alimentos poderosos.
¿Por qué el brócoli y la coliflor huelen tan fuerte?
El olor distintivo del brócoli y la coliflor, y de otros vegetales de la familia crucífera (como el repollo y las coles de Bruselas), se debe a la presencia de compuestos de azufre. Estos compuestos, como el sulforafano, se liberan durante la cocción y son los responsables de ese aroma que a veces puede resultar desagradable. Sin embargo, su impacto en nuestra salud es innegablemente positivo.
Los beneficios del sulforafano: un aliado para tu bienestar
El sulforafano es un compuesto fitoquímico con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Numerosos estudios han demostrado su capacidad para:
- Combatir el cáncer: El sulforafano ha demostrado inhibir el crecimiento de células cancerosas y proteger contra el daño celular.
- Reducir el riesgo de enfermedades cardíacas: Ayuda a mejorar la salud cardiovascular al reducir la inflamación y el estrés oxidativo.
- Mejorar la función cerebral: Puede proteger contra el deterioro cognitivo relacionado con la edad.
- Fortalecer el sistema inmunológico: Ayuda a defender al cuerpo contra infecciones y enfermedades.
¿Cómo conservar los beneficios del sulforafano?
Para maximizar la absorción de sulforafano, Quintana recomienda:
- No cocinarlos en exceso: La cocción prolongada puede destruir parte del sulforafano.
- Consumirlos crudos: Siempre que sea posible, disfruta del brócoli y la coliflor crudos, en ensaladas o como snack.
- Combinarlos con vegetales de la familia de las brasicáceas: La combinación de diferentes vegetales crucíferos aumenta la producción de sulforafano.
- Añadir mostaza: La mostaza contiene una enzima llamada mirosinase, que ayuda a liberar el sulforafano.
Así que la próxima vez que notes ese olor fuerte en tu cocina después de cocinar brócoli o coliflor, ¡no te preocupes! Estás disfrutando de un plato lleno de nutrientes y beneficios para tu salud. ¡Aprovecha al máximo estos vegetales y cuida tu bienestar!