¡Sorprendente! Estudiantes de Diversas Carreras Prefieren Clases Sin Tecnología: Un Experimento Revelador

2025-08-25
¡Sorprendente! Estudiantes de Diversas Carreras Prefieren Clases Sin Tecnología: Un Experimento Revelador
Milenio.com

Durante más de una década, he tenido el privilegio de impartir el mismo curso a estudiantes de licenciatura, maestría en administración, medicina y enfermería. A lo largo de estos años, he observado un fenómeno intrigante: a pesar del auge de la tecnología en la educación, mis estudiantes parecen prosperar y estar más comprometidos cuando las clases se llevan a cabo sin la distracción de dispositivos electrónicos y presentaciones digitales.

Puede parecer contraintuitivo en una era donde la tecnología es omnipresente, pero mis observaciones y la retroalimentación de los estudiantes sugieren que la interacción humana directa, la discusión en clase y la participación activa son más valiosas que las pantallas y los gadgets.

¿Por qué prefieren las clases tradicionales? He notado que la ausencia de tecnología fomenta un ambiente de mayor concentración. Los estudiantes están más presentes, prestando más atención a las explicaciones, participando en debates y formulando preguntas. La tecnología, aunque útil en muchos contextos, a menudo se convierte en una barrera para la atención plena y la conexión genuina entre el profesor y los estudiantes.

Además, la falta de distracciones tecnológicas promueve una mayor interacción entre los estudiantes. Se anima a la conversación, al intercambio de ideas y al aprendizaje colaborativo. En lugar de mirar fijamente una pantalla, los estudiantes se involucran en discusiones significativas que enriquecen su comprensión del material.

¿Qué he aprendido de esta experiencia? He llegado a la conclusión de que, si bien la tecnología tiene su lugar en la educación, no debe reemplazar la importancia de la enseñanza tradicional. La conexión humana, la discusión en clase y la participación activa son elementos esenciales para un aprendizaje significativo.

Este experimento, aunque informal, me ha convencido de que, en muchos casos, menos es más. Al eliminar las distracciones tecnológicas, podemos crear un ambiente de aprendizaje más centrado, comprometido y enriquecedor para nuestros estudiantes. Es un recordatorio de que la verdadera educación va más allá de las herramientas y la tecnología; se trata de conectar con los estudiantes a un nivel humano y fomentar su amor por el aprendizaje.

Consideraciones finales: Es importante destacar que este no es un argumento en contra de la tecnología en la educación. Más bien, es una reflexión sobre la importancia de encontrar un equilibrio y priorizar las estrategias de enseñanza que fomenten la participación activa, la conexión humana y el aprendizaje significativo. Tal vez, la clave del éxito radica en saber cuándo usar la tecnología y cuándo dejarla de lado para permitir que la verdadera interacción humana florezca.

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